jueves, 18 de septiembre de 2008

Crear un futuro con seguridad energética

Hoy en día, el concepto “seguridad energética” está incorporado en las agendas política, diplomática, económica, comercial e incluso militar de gran parte de las naciones del mundo. De hecho, éste fue el principal tema de trabajo abordado por los líderes del G8 en la cumbre de julio en San Petersburgo, durante la cual se suscribió el llamado “Plan de Acción Global Para la Seguridad Energética”, que incluye tareas tendientes a aumentar transparencia, predictibilidad y estabilidad de los mercados energéticos globales; mejorar el clima de inversión en el sector energético; promover eficiencia y ahorro; diversificar las fuentes; garantizar la seguridad de la infraestructura; y abordar aspectos relacionados con sustentabilidad y cambio climático.

En ese contexto, el Gobierno chileno está impulsando su propio ambicioso, pero realista, Plan de Seguridad Energética (PSE) a través de acciones de corto y mediano plazo tendientes a:

Diversificar la matriz (en términos de insumos y proveedores)
Lograr mayor independencia/autonomía
Promover uso eficiente e inteligente de la energía

Estamos conscientes que enfrentamos un desafío importante y es por eso que estamos activamente fomentando las inversiones en fuentes tradicionales y no tradicionales. Chile necesita una buena combinación de insumos en su matriz, que contemple el uso de fuentes propias hidráulicas, eólicas, geotérmicas, biomasa, solar y fuentes en base a combustibles importados, como el carbón y el Gas Natural Licuado (GNL), de forma de minimizar la dependencia respecto a insumos y proveedores específicos.
En la actualidad se dispone de tecnologías energéticas saludables, seguras y renovables. Las barreras para un futuro energéticamente sustentable no son técnicas ni económicas. Los mayores obstáculos son el temor al cambio, la falta de voluntad política, y el empuje de la industria energética por maximizar sus ganancias.
Los gobiernos, las comunidades y las industrias deben cambiar fundamentalmente su enfoque y asumir un firme compromiso de promover y desarrollar energías renovables e implementar prácticas de conservación de energía y eficiencia energética.
Todos cargamos con la gran responsabilidad de entregar a los diversos pueblos, plantas, animales y ecosistemas del futuro un mundo habitable. Nuestro objetivo final es una completa revaloración de la sociedad moderna y de los intereses que sirve, dirigida a un reordenamiento fundamental de las prioridades sociales hacia la sustentabilidad y la justicia social.
Los humanos demoramos miles de millones de años en aparecer sobre la tierra, y sólo hemos vivido en comunidades, aldeas y ciudades los últimos diez mil años. Deseamos que todas las gentes y todas las especies puedan disfrutar de la vida sobre la tierra durante muchos años más. Este es un criterio básico para una sociedad sustentable.
Las tecnologías energéticas apropiadas, seguras y renovables son claves para alcanzar esta meta. Trabajando juntos, podemos crear sociedades que perduren hacia el futuro, viviendo en armonía con la tierra.

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