domingo, 29 de marzo de 2009

LA MIRADA ECONOMICA AL CAMBIO CLIMATICO

El último estudio inglés sobre la economía del cambio climático en Londres (conocido como informe Stern), plantea que los beneficios de una acción temprana y decidida a nivel global supera por lejos el costo de no hacer nada y tener que asumir las consecuencias de un efecto más agudo del cambio climático.

El costo de la inacción es grande porque puede llegar a afectar elementos básicos para la vida, como el acceso al agua potable, la producción de alimentos, la salud y el ambiente. En términos cuantitativos, este informe estima que si no actuamos, el costo total del cambio climático será equivalente a perder al menos un 7% del PGB global cada año y a perpetuidad.

En contraste, el costo de la acción, que significa reducir la emisión de gases de efecto invernadero y evitar los peores impactos, puede limitarse a un valor en torno al 1% del PGB global cada año y a perpetuidad, reduciendo las emisiones anuales en un 86% respecto de los niveles actuales y estabilizando de forma permanente los niveles de CO2 en la atmósfera.

Este informe, sin embargo, es esencialmente optimista, pues considera que es compatible esta inversión con las legítimas aspiraciones de crecimiento de los países. Señala que abordar el cambio climático es una estrategia pro-crecimiento para el largo plazo, que requiere la creación de políticas globales, que promuevan flujos de recursos y tecnologías entre los países. Para una eficaz respuesta, sugiere el reporte, será necesario establecer precios al carbono, apoyar la innovación y difusión de “tecnologías de bajo carbono” y remover barreras a la eficiencia energética.

Este fundamental cambio en la estructura de la economía generara necesariamente oportunidades de negocios, fruto de la creación de mercados nuevos para tecnologías, bienes y servicios “bajos en carbono”.

En síntesis mis estimados amigos lectores, lograr que el crecimiento del PIB conlleve cada vez menos crecimiento del consumo de energía significan evitar impactos ambientales asociados a la generación, transporte y distribución de la energía. El cambio climático es uno de estos impactos y quizás el mas importante por su carácter global.

Las economías serán poderosas en la medida en que aborden activamente el cambio climático.

domingo, 22 de marzo de 2009

EL APROVECHAMIENTO DE LAS FUENTES Y TECNOLOGÍAS ES MAS QUE UN TEMA GLOBAL

En la actualidad, el petróleo y el gas natural proveen cerca del 60% de la energía primaria del mundo y seguirán siendo indispensables para hacer frente al crecimiento proyectado de la demanda energética.

Se espera que la combinación de gas natural, petróleo y carbón cubra más del 85% de las necesidades energéticas globales en el año 2030.

Las evaluaciones actuales del petróleo y el gas natural indican que se cuenta con volúmenes de estos recursos para varias décadas de utilización generalizada.

Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), las reservas probadas mundiales de gas natural a fines del 2005 llegaban a 180 Tm3, equivalentes a 64 años de consumo de acuerdo a las tasas de consumo del mismo año. Las mismas estimaciones indican que las reservas de carbón a fines del 2005 llegaban a 909 billones de toneladas, equivalentes a 155 años de consumo con las tasas de consumo de ese año.

En el sector de generación eléctrica, la capacidad instalada mundial basada en petróleo, gas natural y carbón al año 2004, llegaba a los 2.743 Gw, equivalente a cerca del 70% de la capacidad total. Según estimaciones de la AIE, este porcentaje de participación se mantendrá hacia el 2030, llegando en términos absolutos a cerca de 5.400 Gw.

Las proyecciones de consumos sectoriales apuntan a que las tecnologías para el sector transporte seguirán operando en un 99% basadas en el petróleo hasta el 2030, mientras que las del sector industrial seguirán operando en más de un 80% basadas en petróleo, gas y carbón.

Sólo en el ámbito residencial habrá una progresiva sustitución de las tecnologías basadas en el uso directo de derivados de petróleo y gas, desde un 62% el 2004 hasta un 55% al 2030, principalmente por tecnologías basadas en electricidad.

domingo, 15 de marzo de 2009

EFICIENCIA ENERGETICA EN LA INDUSTRIA: JUEGO GANADO O REALIDAD SOCIAL

En nuestro país existe una alta correlación entre la tasa de crecimiento del consumo energético y la de crecimiento de la economía. De acuerdo con la información del último balance energético entregado por la CNE (Comisión Nacional de Energía), el sector industrial es responsable de casi el 32% del consumo de energía del país.

Por otro lado, nuestro país es un importador neto de la energía primaria que consume, situación que se ha ido intensificando durante la última década. Esto se traduce en que nuestra producción industrial esta sujeta, en gran medida, al escenario energético internacional y a la alta volatilidad de sus precios.

Con estos antecedentes es evidente la necesidad contar con una política publica, que incentive el uso eficiente de la energía en el sector.

Pero ¿que es exactamente la eficiencia energética en la industria?

En el sector industrial, la eficiencia energética tiene por objeto reducir los costos de producción, cumplir con las exigencias ambientales, reducir la dependencia energética y mejorar por cierto la competitividad global.

En términos económicos, maximizar la producción utilizando el mínimo de recursos. Sin embargo mis amigos podemos decir que de acuerdo a recientes estudios de la CNE, los potenciales explotables para el sector industrial en nuestro país fluctúan entre 2.1 y 4.8% de reducción de intensidad energética anual, para un periodo de 10 años.

Cuando se opta por implementar un plan de eficiencia energética en la empresa, lo primero es diagnosticar la situación. A partir de esto se determina un plan de medidas, que contemple tanto cambios en la gestión, como inversiones tecnológicas, para alcanzar el potencial de mejoramiento en el uso de la energía

En consecuencia mis estimados amigos lectores claramente este es un juego en el cual solo existen ganadores, gana el empresario, al aumentar su competitividad y, de paso, sus utilidades; gana el país, logrando tener empresas más competitivas; gana el medio ambiente, al disminuir las presiones sobre la generación de energía y las emisiones contaminantes.

domingo, 8 de marzo de 2009

INNOVACION DE LA ENERGIA SOLAR FOTOVOLTAICA

El Sol se comporta como un cuerpo negro a temperaturas de aproximadamente 6000 ºK (grados Kelvin), pero solamente un 0,2% de la potencia de la energía solar emitida que llega a nuestro planeta se consume en crear vientos y olas y un 0,05% para el proceso de fotosíntesis, que es el origen de las reservas de combustibles fósiles sólidos, maderas, etc. Sin embargo, esa pequeña fracción de energía solar que recibe la Tierra es 100.000 veces superior a la que consume la humanidad y la potencia de la radiación solar en un día de cielo claro, a medio día en la zona entre los trópicos, puede alcanzar los 1.000 W/m2 que es una valor energético interesante para aprovechar.

El efecto fotovoltaico es una de las maneras de aprovechar esa energía solar, consistiendo lisa y llanamente en su transformación directa en energía eléctrica mediante la liberación de electrones de un material semiconductor, normalmente el silicio. Este proceso se produce en un elemento que se denomina célula fotovoltaica, que consiste generalmente en un diodo especialmente fabricado para dicha aplicación, a la que se le adosan mallas colectoras metálicas. La unión de células fotovoltaicas y su consiguiente encapsulado y enmarcado da como resultado los paneles o módulos fotovoltaicos de utilización doméstica e industrial, como generadores eléctricos de corriente continua.

En esos momentos, había una tendencia alcista del costo del petróleo así como de la construcción, mantenimiento y administración de los residuos en las centrales nucleares, además de una creciente preocupación sobre la contaminación del medio ambiente y los planificadores no dudaron en prever un rápido y significativa aporte de la energía solar fotovoltaica, entre otras energías renovables, a satisfacer las necesidades energéticas del mundo. Ya en ese entonces los módulos solares fotovoltaicos se empleaban en la tecnología espacial y en algunas aplicaciones muy específicas, principalmente de telecomunicación, en lugares remotos donde la llegada de líneas eléctricas era inviable o demasiado costosa.

La experiencia ha demostrado, sin embargo, que esta optimista previsión original no se ha contrastado con la realidad. En efecto, en el transcurso de los años, el precio del petróleo, si se prescinde del efecto de la inflación, es menor que antes de la crisis de 1973. Las reservas de petróleo conocidas han pasado de 600.000 millones de barriles a más de 1.000.000 millones en la actualidad y si en 1975 se preveían reservas hasta el año 2000, ahora se conocen reservas hasta el año 2035 y las nuevas tecnologías de prospección hacen pensar que se tienda a aumentar ese plazo.

Por ello, la tendencia está conduciendo hacia una generación eléctrica que va empleando un porcentaje cada vez más significativo de energía fotovoltaica. El alcance de este objetivo depende de muchos factores y uno de ellos es la capacidad de la industria fotovoltaica de mantener el ritmo constante de progreso, como los conseguidos hasta ahora.

Nadie duda en la actualidad que la energía fotovoltaica constituye la posibilidad de contar con energía eléctrica en cualquier lugar aislado y que es un sistema generador modular, de fácil extensión y con una larga vida útil y que emplea una tecnología respetuosa del medio ambiente, de gran fiabilidad y mínimo mantenimiento.

domingo, 1 de marzo de 2009

Aspectos Ambientales y Territoriales v/s Proyectos Energéticos

En las últimas décadas se ha observado un aumento en la preocupación por temas ambientales y por el uso del territorio, fruto de una mayor conciencia ciudadana y mayores niveles de ingreso de la población. Esta preocupación hace cada vez más difícil desarrollar proyectos energéticos conciliando los diferentes usos del territorio. Cada proyecto requiere minimizar sus impactos ambientales y someterse a un proceso de evaluación en el cual la participación de la ciudadanía juega un papel importante.

En este ámbito, se manifiesta el fenómeno de la reacción organizada de ciudadanos para enfrentar la instalación en su entorno inmediato de ciertas actividades indeseadas. Para ejemplificar la complejidad del desarrollo energético en el marco territorial, se observan las instalaciones energéticas de una zona de la VIII región del país y como estás compiten con diferentes usos del territorio, como son por ejemplo las comunidades indígenas, el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado (SNASPE), las zonas con denominación de origen, las áreas de manejo bentónico y las zonas saturadas o latentes por contaminantes atmosféricos, entre otras.

Además de los impactos locales y territoriales, se debe reconocer la importancia de los posibles impactos en Chile causados por los cambios ambientales globales. Por una parte, están los impactos directos del calentamiento global sobre el sector energético, los cuales son, según el panel internacional sobre cambio climático (IPCC) y estudios nacionales, los siguientes:

· Tendencia a la declinación en las precipitaciones en la zona centro sur de Chile.
· Menor acumulación de nieves en las altas cordilleras.
· Mayor volatilidad en la disponibilidad hídrica en Chile Central por anomalías asociadas los fenómenos El Niño/La Niña.

Estimo que estos impactos tendrán importantes implicancias para la generación hidroeléctrica de Chile. En promedio, habrá menos cantidad de agua disponible y, por consiguiente, menor cantidad de energía. Será necesario acumular mayor cantidad de agua en los embalses para hacer frente a la menor cantidad de agua disponible en los períodos secos.

Adicionalmente a los efectos directos del cambio climático, existen posibles exigencias que podrían ser impuestas en función de las emisiones de los países, por lo que el crecimiento de las emisiones es un factor a tomar en cuenta, más aún si se considera que el sector energético es el más significativo en términos de emisiones a nivel nacional.

Si bien, desde la perspectiva de las emisiones el impacto total de Chile es marginal en el contexto global (cerca del 0,3% de las emisiones mundiales totales), se proyecta que dado el incremento en las centrales basadas en carbón al año 2050, las emisiones de CO2 del sector electricidad (que aporta cerca de un 30% del total de las emisiones globales) se incrementen en Chile en un 130%.