lunes, 28 de septiembre de 2009

REGULACION AMBIENTAL: ¿UNICA SOLUCION?

La prensa informa del rechazo de los estudios de impacto ambiental presentados por Hidroaysén. En el Congreso se inicia la discusión sobre una amplia reforma a la llamada institucionalidad ambiental. Es decir, cómo y cuánto regular para hacer compatibles la actividad productiva y la protección del medio ambiente. En resumen, las “cuestiones medioambientales” llegaron para quedarse y más aún en nuestro país que pretende ser desarrollado ad portas del bicentenario.

Nuestra regulación medioambiental y la institucionalidad asociada han sido objeto de múltiples críticas. Algunos sostienen que los estándares son insuficientes. Otros reclaman contra las evidentes dificultades de coordinación entre una variopinta colección de instituciones públicas con competencias ambientales superpuestas. En este caso, la crítica apunta tanto al exceso de controles como a su debilidad. Curiosidades de la vida: todo depende del lugar desde el cual se observen las cosas.
Sin embargo, la brecha con los estándares aplicables a los países de la OCDE, a la que tanto empeño ponemos en ingresar, es considerable. Y ello es muy importante, porque una economía que descansa crecientemente en los bienes transables, y que quiere competir con éxito, debe dar cumplimiento a las exigencias ambientales establecidas en los tratados de libre comercio y en los medioambientales multilaterales.
¿Sabía usted, por ejemplo, que alrededor del 20% de los compromisos de Chile suscritos en su Memorando de Acceso a la OCDE están vinculados, precisamente, a materias ambientales?
Para asegurar su éxito, durante la discusión legislativa debemos lograr que la nueva normativa garantice reglas que nivelen el piso de las obligaciones ambientales, instrumentos perfeccionados de fomento para facilitar la puesta al día de las empresas con estas obligaciones y una señal de calidad para los mercados internacionales. Es por ello mis estimados amigos lectores que nos quedan bastantes tareas pendientes por realizar, para algún día decir al mundo ¿Eso es lo que queremos? y ¡esto es lo que hemos logrado!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

GASTO Y CONSUMO ENERGETICO… ¿SOLO UN TEMA SOCIAL?

La necesidad de aumento productivo de las sociedades industrializadas lleva parejo un incremento de los bienes de consumo y la creación de un mecanismo en el que se establece una equivalencia entre el confort y el consumo. Ello ha supuesto en las últimas décadas una avidez consumista, en donde el consumo es una finalidad en sí misma. La acumulación de bienes ­útiles o no­, el despilfarro como signo de poder adquisitivo y distinción social, la exigencia de gasto de elementos perecederos, son consecuencias del mecanismo de sostenimiento que el sistema económico de las sociedades desarrolladas ha establecido para mantener la capacidad productiva creciente que lo sustenta.

Así, la demanda de energía no sólo ha tenido que crecer en la industria, sino también en los consumidores de los productos manufacturados, dado que estos precisan mayoritariamente energía para cumplir con su finalidad. Para satisfacer esta demanda no sólo de bienes, sino de exigencia de nuevas cotas de confort, se hace precisa una mayor generación y oferta de energía. Por ello, se ha hecho necesario dotar de grandes centros generadores de energía excedentaria, ante la eventualidad de poder satisfacer la demanda que pueda ser requerida.

El estado del bienestar, ha generado el "estado del gasto y de la dependencia energética". No es de extrañar por tanto, que uno de los parámetros más importantes para clasificar el grado de desarrollo de un país, sea su gasto energético per cápita.

La energía ha pasado a lo largo de la historia, de ser un instrumento al servicio del ser humano para satisfacer sus necesidades básicas, a ser la gran amenaza motor y eje de la problemática ambiental que se cierne sobre el planeta, hipotecando la existencia de las generaciones venideras.

Una de las aportaciones a la solución, o al menos paralización de esta problemática medioambiental, es lograr que satisfaciendo las necesidades actuales de energía, ésta sea producida sin alterar esos almacenes energéticos que cumplen una función de equilibrio ecológico, y que su uso, además de ser más eficiente, no sea origen de fuentes de contaminación ni aumento del deterioro actual y futuro del entorno, evitando el derroche de energía y aprovechando al máximo la producción realizada.

En resumen, tres son los problemas a los que nos ha abocado el consumo desmedido de la energía: En primer lugar, un deterioro del entorno; en segundo lugar, un paulatino agotamiento de los recursos naturales; y en tercer lugar, un desequilibrio irracional en el reparto del consumo y uso de la energía.

Ante esta situación, las energías de origen renovable, adquieren un papel primordial, necesario y urgente tanto en su aplicación como en la difusión de su uso.

jueves, 10 de septiembre de 2009

EL MEDIO AMBIENTE NO ES UN SIMPLE JUEGO DE NIÑOS

Nos hemos acostumbrado a escuchar que la protección del medio ambiente y las exigencias asociadas a la competitividad y al desarrollo económico son incompatibles. Cuando afirmar aquello resulta políticamente incorrecto, se recurre entonces a la idea de que las cuestiones ambientales son parte de un catálogo de valores propio de países más desarrollados que el nuestro. Chile tendría que preocuparse prioritariamente de crecer. Luego vendría el tiempo de preocuparse del medioambiente. No es necesario ser adivino para prever que los argumentos en esa dirección se verán fortalecidos en lo que queda de una crisis económica que aún tiene largo camino por recorrer.

La protección del medio ambiente ya no es una opción. Es una condición esencial para asegurar estándares de calidad de vida básicos para nuestra población, permitir a nuestra economía insertarse exitosamente en el mundo y reconectar a los chilenos con su democracia. Pero tampoco podemos ser ciegos. Es evidente que la inevitable tensión entre actividad productiva y medio ambiente se verá acrecentada en esta etapa. Por eso debemos anticiparnos a construir acuerdos técnicos y políticos en aquellas materias en que esta tensión pueda ser atenuada y canalizada positivamente.

El primer desafío es superar el provincianismo que nos hace creer que nuestras decisiones y conductas como país sólo nos competen a los chilenos. Eso no sólo es infantil sino, además, irresponsable.

En segundo lugar, es indispensable abordar cuanto antes la debilidad normativa del sector. Contrariamente a lo que pudiéramos creer, lo que se ha multiplicado en el país no es la regulación ambiental propiamente tal, sino que las decisiones administrativas sectoriales con impacto ambiental.

En buen chileno, eso significa que lejos de construir un piso de regulación consistente y técnicamente sustentable, lo que tenemos es una gran variedad de instituciones públicas que siguen dictando normas con impacto ambiental sin ninguna exigencia de coherencia o coordinación. El resultado es lamentable desde el punto de vista de la protección del medio ambiente y también lo es desde el punto de vista de la actividad económica.

Estimo que eludir el debate en torno a la participación ambiental es un camino seguro a aumentar el distanciamiento de las personas con su democracia y con el valor de lo público y la política. Las personas exigen cada vez más del sistema político, y mientras esperan trabajo y condiciones laborales adecuadas, también demandan que sus familias crezcan y se desarrollen en un ambiente sano.

A menos de 100 días de las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, los chilenos debemos comenzar a debatir sobre estas cuestiones. Es por ello mis amigos lectores que creo firmemente que poner en la mesa un debate sobre el tema ambiental será uno de los debates centrales durante las primeras décadas de este siglo en donde buscaremos los lineamientos necesarios de cómo potenciar nuestra capacidad productiva protegiendo la calidad de vida de las personas y del entorno en que vivimos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

MODELACION DEL SISTEMA SOLAR Y EOLICO EN CHILE

En los últimos años Chile ha avanzado en concensuar que los objetivos que deben guiar su política energética son evolucionar hacia mayores niveles de seguridad, eficiencia y equidad en el suministro de energía, y en la sustentabilidad ambiental de la matriz energética nacional. Varias han sido las medidas emprendidas para el logro de los objetivos anteriores. Entre ellas destacan las tendientes a diversificar las fuentes y proveedores de nuestro suministro energético, en particular mediante la incorporación de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) para generación eléctrica, cautelando siempre los criterios de eficiencia que caracterizan al sector eléctrico nacional.

La estrategia adoptada para acelerar la incorporación de las ERNC en Chile, ha consistido en la identificación y eliminación de aquellas barreras de mercado que retardan el desarrollo de las inversiones en esas energías.

Sin lugar a dudas, una de las ERNC que mayor interés concita es la energía eólica, para la cual se están materializando los primeros proyectos de inversión en los sistemas eléctricos, además de una cartera creciente de proyectos en evaluación. Por su parte, si bien la energía solar aún no presenta grados de competitividad en Chile que le permita estar en similares condiciones que la energía eólica, es probable que en el mediano plazo decrezcan los costos de las tecnologías para su conversión a energía eléctrica a niveles tales que viabilice su desarrollo en el país.

Esta columna se orienta a mitigar la barrera de ausencia de información sistematizada sobre el potencial de los recursos renovables y su localización, la cual dificulta la identificación de sitios adecuados para el desarrollo de proyectos de ERNC y retrasa su implementación.

Es por ello mis estimados amigos lectores que por una parte nuestro país ha iniciado una campaña de prospección eólica y solar con estaciones meteorológicas en la zona del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), la cual permitirá verificar los resultados de las modelaciones realizadas, perfeccionar esos análisis, y entregar información confiable para el desarrollo de proyectos de inversión y de políticas públicas. Por otro lado, están en desarrollo modelaciones para la zona cubierta por el Sistema Interconectado Central (SIC).

Concluyo mis estimados amigos señalando que toda la información generada por los diversos proyectos de investigación debe ser de acceso público y de fácil disponibilidad para la comunidad, lo que constituye un elemento diferenciador de servicios similares hoy disponibles a nivel internacional.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

MODELO DEL MERCADO ELÉCTRICO

Como se ha señalado y a modo de resumen, en Chile el modelo de mercado mayorista está basado en una estructura tipo pool (o mancomunado) con participación obligatoria y existencia de contratos bilaterales de tipo financiero.

El pool, por medio de un mecanismo regulado y reconocido por todos sus miembros, establece el precio de mercado de corto plazo de la electricidad (“clearing price” o “precio spot”), que es el precio de despeje del mercado (mercado spot). Este precio resulta de la realización de una operación económica centralizada por parte del operador de mercado (CDEC) y puede ser distinto en cada zona del sistema.

El despacho centralizado a cargo de los CDEC se basa en la entrega de costos de operación por parte de las empresas generadoras (costos susceptibles de ser auditados). Como consecuencia, se obtiene el despacho horario del sistema que corresponde a un orden de mérito en función del costo variable de operación, que da lugar a las transferencias o intercambios comerciales de energía del sistema entre las empresas antes descritas. El diseño de mercado no contempla en forma explícita la figura de un comercializador. Son las empresas de generación y empresas de distribución las que ejercen este rol.

El mercado mayorista de electricidad en Chile es conformado por las empresas generadoras que transan energía y potencia entre sí, las que dependen de los contratos de suministro que cada una haya suscrito. Aquellas, que por despacho tienen una generación superior a la comprometida por contratos (empresas excedentarias) venden, y compran aquellas que por despacho tienen una generación inferior a la energía y potencia contratadas con clientes (empresas deficitarias). Las transferencias físicas y monetarias (ventas y compras) son determinadas por el respectivo CDEC, y se valorizan, en el caso de la energía, en forma horaria al costo marginal (Cmg) resultante de la operación del sistema en esa hora. En el caso de la potencia, las transferencias son valorizadas al precio de nudo de la potencia correspondiente.

REFLEXIONES Y LINEAMIENTOS FUTUROS EN ENERGIA Y SUSTENTABILIDAD

Estimados amigos lectores como lo hemos dicho en artículos anteriores el escenario energético nacional e internacional plantea desafíos importantes para el país, en los cuales se presentan complementariedades, pero también dilemas, es por ello mis amigos que he aquí un sinnúmero de reflexiones que implican un es necesario para buscar importantes lineamientos:

Es necesario asegurar un abastecimiento de calidad, incluida su continuidad en ciertas coyunturas.
Es necesario que los precios y las condiciones de operación sean atractivas para los inversionistas.
Es necesario que los precios no generen rentabilidades excesivas y se aproximen, hasta adonde sea posible, a los precios competitivos.
Es necesario que los costos energéticos no sean demasiado altos para los diversos sectores productivos y para los consumidores más desfavorecidos.
Es necesario promover la eficiencia energética y la sustentabilidad.
Es necesario apuntar a lograr cierto nivel de seguridad energética.
Es fundamental la cooperación internacional energética y ambiental.

Estimo mis amigos que a pesar a pesar de los retrocesos debidos a los problemas de suministro de gas natural argentino, se ha avanzado hacia la diversificación de la matriz energética.

En adelante, debería retomarse esa senda con más fuerza. Sabemos que, resolviendo problemas de financiamiento, que no son exclusivos de este campo, se puede ayudar a que amplios sectores asuman los costos y obtengas beneficios futuros.