lunes, 29 de marzo de 2010

El Cambio Climático: como un eje central de las políticas públicas y las regulaciones nacionales

El Cambio Climático, y los riesgos que presenta para el desarrollo actual y de las generaciones futuras, es una preocupación compartida por toda la humanidad, y donde la búsqueda de formas de hacerle frente constituye un enorme desafío de coordinación entre los gobiernos, las empresas y la ciudadanía. Para enfrentar de manera coordinada y eficaz los impactos de corto plazo del cambio climático, asociados fundamentalmente a eventos extremos del clima, así como aquellos de más largo plazo que se derivarán de una acumulación excesiva y constante de gases de efecto invernadero en la atmósfera, resulta crucial considerar este tema transversal en todas las políticas públicas y regulaciones que tienen incidencia en la problemática del
cambio climático. Ello permitirá converger los intereses particulares de los diferentes sectores, alineándolos en una agenda común para enfrentar los impactos del cambio climático y para avanzar, de manera sostenible, en materia cruciales tales como crecimiento económico, inserción global y mejoras en la salud y la calidad de vida de toda la población.

En función de las sinergias entre los temas globales y la agenda local, un desafío de Estado es integrar el cambio climático en las diferentes políticas públicas e instrumentos de gestión que abordan aspectos como la generación de energía y el uso eficiente de la energía, la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, la educación, la salud y la gestión sostenible del recurso hídrico, entre otros.

La situación de nuevos escenarios vinculantes en el plano internacional, debieran también servir de aliciente para debatir sobre cambio climático al más alto nivel político en Chile, y para revisar y modificar la institucionalidad que aborda en la actualidad la problemática. El Plan de Acción generará las alianzas sectoriales correspondientes y aportará en el debate sobre la definición de estructuras institucionales pertinentes.

lunes, 22 de marzo de 2010

Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en Chile (GEI)

En el contexto mundial, Chile no es un emisor relevante de GEI. De acuerdo a estadísticas internacionales (Agencia Internacional de Energía, IEA; World Resources Institute, WRI), que consideran sólo las emisiones de CO2, así como aquellas estadísticas que basan sus cálculos a partir de CO2 equivalente, incluyendo las capturas de carbono asociadas al sector forestal y de cambio de uso de la tierra, su aporte es aproximadamente el 0,2% del total mundial de emisiones, habiéndose mantenido estable ese porcentaje en los últimos años.

Por otro lado, Chile aparece en la posición 90 respecto a las emisiones de CO2 per cápita en el mundo para el año 2004, con un valor de 3.9 ton CO2/habitante, de acuerdo al “Informe sobre desarrollo humano 2007-2008: la lucha contra el cambio climático”, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2007).

En el contexto sudamericano, Chile aparece como el segundo país más alto en cuanto a este indicador de emisiones de CO2 per cápita. No obstante lo anterior, las emisiones de gases de efecto invernadero están aumentando de manera importante en el país, según lo indican los inventarios nacionales elaborados por CONAMA.

Utilizando las metodologías elaboradas por el IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas) para inventarios de emisiones de GEI, Chile cuenta con una serie completa 1984-2003 para las dos grandes categorías del IPCC, energía y no energía. Para construir esa serie, se utilizó la actualización reciente del sector energía (agosto 2008), que cubrió los años 1984-2006, y la actualización anterior para el sector no energía, que abarcó los años 1984-2003. A fin de obtener una serie completa 1984-2006 para ambas categorías, el plan de acción actualizará los años 2004-2006 para el sector no-energía.

lunes, 15 de marzo de 2010

El fenómeno de El Niño y La Niña y el Cambio Climático

Los fenómenos del El Niño y La Niña corresponden a alteraciones climáticas caracterizadas por valores extremos de precipitaciones, temperatura del aire y del mar, vientos, nubosidad, caudales de ríos, entre otros parámetros.

El Niño es la fase cálida del fenómeno, porque la temperatura superficial del mar aumenta; también aumentan las precipitaciones en la zona central de Chile, provocando daños en infraestructura (caminos, puentes y puertos); reducción de peces como la anchoveta y de aves marinas que se alimentan de los mismos.

En La Niña ocurre lo contrario; se reducen las precipitaciones (hasta un 79% entre la V y la VII Región); aumenta por tanto la sequía, creando grandes dificultades para la generación hidroeléctrica, para la agricultura de secano, para la ganadería y la minería; también provoca aumento de afecciones pulmonares por el virus Hanta. La oscilación conocida de este fenómeno es de 2 a 7 años.

El IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas) prevé una posible intensificación de estos fenómenos, con mayores
aumentos de la temperatura superficial del mar y, eventualmente, del nivel del mar, debido al incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Deberán considerarse en las determinaciones de escenarios futuros del cambio climático, las posibles influencias de éste sobre los fenómenos de El Niño y de La Niña, tanto a nivel de agricultura, como de generación energética y de producción pesquera.

Se sabe que dichos fenómenos influenciados por el cambio climático alterarán el desarrollo esperado de estos y otros sectores.

lunes, 8 de marzo de 2010

Variabilidad Climática en Chile para el Siglo XXI

Estimados amigos lectores de acuerdo a los lamentables acontecimientos que se han producido en nuestro país, estimo que no es menor poner atención a los estudios realizados respecto a la variabilidad climática que se viene para nuestro país, ya que nuestro país no solo es reconocido a nivel mundial por su actividad sísmica, sino que además posee una gran diversidad climática en todo su territorio.

Un estudio encargado por CONAMA a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile en 2007, analizó la variabilidad climática en Chile hacia fines del siglo XXI. El estudio mostró, para las variables de temperatura y precipitación frente a dos escenarios de emisiones del IPCC, moderado y severo, aumentos de temperatura de entre 1°C a 3°C (escenario moderado), y entre 2° a 4°C (escenario severo), a lo largo de todo el país. El mismo estudio indicó, además, que la mayor variación de temperatura se estima para el norte grande y norte chico, y mayormente en la zona andina. Entre los resultados destacan:

En cuanto a la temperatura en superficie, los cambios positivos (calentamiento), predominan en todas las regiones, siendo mayores para el escenario severo. El cambio de temperatura media del escenario severo respecto al clima actual sobre Chile continental varía entre 2°C y 4°C, siendo más acentuado hacia las regiones andinas y disminuyendo de norte a sur. Sólo en la Región Austral, bajo el escenario moderado, hay sectores pequeños con calentamiento menor a 1°C. Estacionalmente, el calentamiento es mayor en verano, excediendo los 5°C en algunos sectores altos de la Cordillera de los Andes.

Para la precipitación, en términos generales, las cumbres andinas marcan un contraste entre ambas laderas, con un aumento en la ladera oriental (Argentina) y una disminución en la ladera occidental (Chile continental y el Pacífico adyacente), particularmente en latitudes medias y en las estaciones de verano y otoño. Este contraste se manifiesta más acentuado en el escenario severo durante el verano, en que las precipitaciones sobre ciertos sectores de Chile centro sur, se reducen a la mitad e incluso, a un cuarto del valor actual, al mismo tiempo que las precipitaciones futuras se duplican (respecto a la actual), inmediatamente al este de la Cordillera de los Andes.