lunes, 3 de noviembre de 2008

PARA REPENSAR EL CHILE DEL BICENTENARIO

Hace mucho tiempo que en nuestro Chile nos estamos alistando para celebrar el bicentenario. Para ser muy franco, cumplir 200 años desde que fuimos capaces de declararnos independientes de nuestros conquistadores, no es cualquier cosa y por supuesto que para nosotros como ciudadanos es un hecho digno de celebrar.
Sin embargo, para un país que celebra sus 200 años de independencia y que anhela alcanzar su desarrollo , aún tiene temas pendientes que debe abordar con total cautela, entre ellos la distribución del ingreso, formulas valederas para bajar la inflación y fortalecer el crecimiento, abordar la crisis energética actual, proteger y prestigiar a las instituciones estatales como Codelco, buscar lineamientos para acuerdos internaciones con países de la región, y por cierto abordar temas referentes a la generación de políticas publicas que orienten su norte hacia la praxis del humanismo integral y bien común para con sus ciudadanos.
Que hay complicaciones en el gobierno actual, que duda cabe. Pero en ellos hay que distinguir aspectos de mas largo plazo que al momento de hacer un análisis político tiene responsabilidades compartidas entre la brecha de gobernantes y gobernados. Un dato importante del que no podemos escapar y dejar de tocar es la larga vida de nuestra concertación, exactamente 17 años, igual tiempo que estuvo Pinochet en el poder, esto sin duda genera desgaste, dificultad para el recambio generacional de sus representantes, pérdida hasta cierto punto de la agenda común, y por que no decirlo focos de indisciplina y corrupción en algunas instituciones estatales. Es por ello que el programa a futuro de nuestra coalición exige apuntar mas en los diversos planos de lo social, político y cultural.
Si bien es cierto, la economía ha tenido un crecimiento pobre e inesperado en los últimos tres años, lo cual reduce las expectativas de una mejora relativa importante en el corto y mediano plazo, lo cierto es, que los intentos por bajar la inflación y fortalecer el crecimiento económico no han sido en vano y se estima que un mediano plazo se bajaran dichos índices y el crecimiento será el efectivo sustituto ante las escasas mejoras que a mi entender existen respecto a la distribución del ingreso.
Mucho de los problemas actuales que enfrenta el gobierno son de forma y de gestión, también un tema trascendente a considerar es la mala calidad de la oposición de derecha. Si bien la derecha puede tener un abanderado políticamente y comunicacionalmente interesante como Piñera, ellos como alianza opositora de gobierno no asegura ningún nivel de disciplina y gobernabilidad interna que los proponga como legitima alternativa de gobierno, al tiempo de centrar su agenda en términos netamente populistas y, por que no decirlo orientada en un pasado dictatorial, que lo único que propone al país son medidas ultra neoconservaduristas sin sentido alguno social.
No puedo dejar de mencionar los cambios en las formas de participación política en el Chile actual, los cuales son cada vez menos representativos y menos mediados por la estructura de partidos y, por el contrario, se produce a partir de la autonomización de conflictos puramente plurales o locales donde se consigue una pluralidad ideológica y progresivamente mas segmentado.
Por ultimo se produce una especie de paradoja en el actual modelo de participación ciudadana, puesto que como país en vías de alcanzar el desarrollo ad portas del bicentenario, se deben alcanzar cambios sustanciales en términos sociales y culturales, es por ello que para celebrar con ganas los 200 años se exige una conformación de gobierno y oposición fuerte, constructiva y eficaz.

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