domingo, 8 de marzo de 2009

INNOVACION DE LA ENERGIA SOLAR FOTOVOLTAICA

El Sol se comporta como un cuerpo negro a temperaturas de aproximadamente 6000 ºK (grados Kelvin), pero solamente un 0,2% de la potencia de la energía solar emitida que llega a nuestro planeta se consume en crear vientos y olas y un 0,05% para el proceso de fotosíntesis, que es el origen de las reservas de combustibles fósiles sólidos, maderas, etc. Sin embargo, esa pequeña fracción de energía solar que recibe la Tierra es 100.000 veces superior a la que consume la humanidad y la potencia de la radiación solar en un día de cielo claro, a medio día en la zona entre los trópicos, puede alcanzar los 1.000 W/m2 que es una valor energético interesante para aprovechar.

El efecto fotovoltaico es una de las maneras de aprovechar esa energía solar, consistiendo lisa y llanamente en su transformación directa en energía eléctrica mediante la liberación de electrones de un material semiconductor, normalmente el silicio. Este proceso se produce en un elemento que se denomina célula fotovoltaica, que consiste generalmente en un diodo especialmente fabricado para dicha aplicación, a la que se le adosan mallas colectoras metálicas. La unión de células fotovoltaicas y su consiguiente encapsulado y enmarcado da como resultado los paneles o módulos fotovoltaicos de utilización doméstica e industrial, como generadores eléctricos de corriente continua.

En esos momentos, había una tendencia alcista del costo del petróleo así como de la construcción, mantenimiento y administración de los residuos en las centrales nucleares, además de una creciente preocupación sobre la contaminación del medio ambiente y los planificadores no dudaron en prever un rápido y significativa aporte de la energía solar fotovoltaica, entre otras energías renovables, a satisfacer las necesidades energéticas del mundo. Ya en ese entonces los módulos solares fotovoltaicos se empleaban en la tecnología espacial y en algunas aplicaciones muy específicas, principalmente de telecomunicación, en lugares remotos donde la llegada de líneas eléctricas era inviable o demasiado costosa.

La experiencia ha demostrado, sin embargo, que esta optimista previsión original no se ha contrastado con la realidad. En efecto, en el transcurso de los años, el precio del petróleo, si se prescinde del efecto de la inflación, es menor que antes de la crisis de 1973. Las reservas de petróleo conocidas han pasado de 600.000 millones de barriles a más de 1.000.000 millones en la actualidad y si en 1975 se preveían reservas hasta el año 2000, ahora se conocen reservas hasta el año 2035 y las nuevas tecnologías de prospección hacen pensar que se tienda a aumentar ese plazo.

Por ello, la tendencia está conduciendo hacia una generación eléctrica que va empleando un porcentaje cada vez más significativo de energía fotovoltaica. El alcance de este objetivo depende de muchos factores y uno de ellos es la capacidad de la industria fotovoltaica de mantener el ritmo constante de progreso, como los conseguidos hasta ahora.

Nadie duda en la actualidad que la energía fotovoltaica constituye la posibilidad de contar con energía eléctrica en cualquier lugar aislado y que es un sistema generador modular, de fácil extensión y con una larga vida útil y que emplea una tecnología respetuosa del medio ambiente, de gran fiabilidad y mínimo mantenimiento.

1 comentario:

Hugo Collao dijo...

Estimado, escribase un articulo de dispositivos piezoeléctricos..