domingo, 15 de febrero de 2009

UNA MIRADA A LOS NUEVOS ESCENARIOS ENERGETICOS EN CHILE

El escenario energético nacional se asemeja en algunas de sus principales características a aquellas observadas en el mundo, amplificadas en cierta medida por el hecho de que Chile es un país en desarrollo con tasas de crecimiento significativas y con una alta dependencia de fuentes energéticas importadas.

El crecimiento económico sostenido en el marco de una economía abierta y globalizada, junto a las políticas sociales aplicadas por el Estado durante los últimos años, han incidido en exitosos resultados macroeconómicos, incluyendo tasas de crecimiento positivas y sostenidas y una inflación baja y controlada, lo que se ha traducido en un aumento significativo del ingreso por habitante de los hogares chilenos y en una disminución de los índices de pobreza de la población. En los últimos ocho años se han obtenido tasas de crecimiento cercanas al 5% promedio anual, con un PIB por habitante de US$ 13.936 en el año 2007, y se han mantenido niveles de inflación de 3,9%.

Chile se ha insertado de forma cada vez más estructural en la economía globalizada, con una apertura creciente al comercio internacional. Actualmente, es el país con el mayor número acuerdos internacionales de comercio e inversiones, firmados con áreas económicas que representan cerca del 90% de la población mundial. Esta orientación económica al comercio exterior ha sido determinante en el desarrollo sectorial. En su estrategia para dinamizar su economía, Chile ha enfocado recientemente su atención sobre la innovación tecnológica. El Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad ha realizado una serie de propuestas de política pública para la innovación tecnológica basados en tres pilares: un sistema de aprendizaje continuo de su capital humano, el fortalecimiento de una plataforma de generación, difusión y aplicación del conocimiento y, la consolidación de un sistema empresarial innovador orientado a la creación de valor como estrategia de competencia en los mercados globales.

El crecimiento económico de las últimas décadas, junto con una política social muy activa por parte del Estado, han sido los factores relevantes en mejorar el estándar de vida de la población. Esto se refleja en la fuerte disminución de la pobreza del 45,1% en 1987 al 8,7% en el año 2008. Chile fue el primer país latinoamericano en cumplir y superar las Metas del Milenio de reducción de pobreza.

Según las estadísticas de disponibilidad de servicios en la viviendas en áreas urbanas y rurales de la CEPAL, en Chile para el año 2008 el 97,9% de los hogares contaban con agua potable (99% de los urbanos y 62% de los rurales), el 89,5% contaba con alcantarillado (98,3% de los urbanos y 20,9% de los rurales) y el 99% contaba con energía eléctrica (99,7% de los urbanos y 96,3 % de los rurales). Esto sitúa a Chile dentro de los primeros lugares en provisión de todos los servicios en Latinoamérica, si
bien existen diferencias entre el sector urbano y el rural.

Las exigencias ambientales de la población determinan orientaciones para el crecimiento económico, las cuales se expresan en el marco de la “Ley de Bases Generales del Medio Ambiente”, promulgada en 1994. A nivel global, según la clasificación de la Convención de las Naciones Unidas de Cambio Climático, Chile es un país vulnerable al cambio climático.

Estimados lectores de acuerdo a estos índices de crecimiento, estimo que los ciudadanos de este país tenemos un tremendo desafío en buscar los lineamientos y exigirle a nuestras autoridades que tomen conciencia en enfrentar estos temas con mayor interés e inclusión social, ya que considero que un país con políticas energéticas de desarrollo es un país que crece en forma significativa con un horizonte claro….el desarrollo.

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