viernes, 18 de junio de 2010

CRECIMIENTO ECONOMICO Y CONSUMO ENERGETICO

La cantidad de energía utilizada en un país se relaciona directamente con el crecimiento económico. En Chile, el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido a la par con el consumo de energía. En cambio, los países desarrollados, que llevan 30 años trabajando en programas de eficiencia energética, han logrado que sus consumos de energía crezcan considerablemente menos que sus economías, es decir, han desacoplado las curvas de crecimiento, sin disminuir su crecimiento económico, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.

La competitividad de los países depende, entre otros aspectos, de sus niveles de eficiencia energética; es decir, de la cantidad de energía que consumen por cada unidad de producto producido o de servicio prestado. El que logra producir y entregar servicios equivalentes con menor gasto de energía, será más competitivo. Esto sucede en los países desarrollados y principalmente en el sector industrial.

En tal sentido, el aumento de la eficiencia energética ayuda a mejorar nuestra calidad de vida, al permitirnos tener el mismo o más confort con menos consumo de energía. Algunas medidas de eficiencia energética son ampliamente conocidas por ser de “sentido común” (por ejemplo, apagar la luz cuando no estamos en una habitación). Otras son posibles gracias al desarrollo tecnológico (por ejemplo, las ampolletas eficientes o de bajo consumo).

A pesar de que este es un tema conocido no está demás pensar en que cada uno de nosotros podremos contribuir a un consumo más racional, responsable e inteligente de la energía. Al mismo tiempo, ahorramos dinero y contribuimos a la eficiencia energética.

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