lunes, 12 de abril de 2010

La mitigación como un aporte y orden estratégico para enfrentar al Cambio Climático.

Según el último informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas), es posible mitigar las emisiones mundiales, a un costo razonable, y a través de múltiples estrategias que consideren diversas tecnologías y prácticas sustentables, tales como la eficiencia energética, los incentivos a las energías renovables, los biocombustibles, los impuestos a los combustibles fósiles, la planificación urbana y las buenas prácticas agrícolas y forestales.

Para minimizar los aumentos esperados de temperatura hacia fines de siglo, de manera de no sobrepasar los 2°C por sobre la actual, el IPCC indica que la concentración de emisiones de CO2 equivalente debería estabilizarse en el rango de 430 a 710 partes por millón (rango menos pesimista), entre los años 2030 y 2050. Esta información está siendo considerada por la comunidad internacional, a la hora de definir el escenario de estabilización más adecuado de reducción de emisiones post-2012 para países industrializados.

Chile, al ser parte de la Convención de Cambio Climático en el 2004, se hizo eco del objetivo que ésta persigue, que es la estabilización de la concentración de gases de efecto invernadero. Y por tanto, ante los escenarios previstos por el IPCC, debiera también sumarse a las acciones mundiales urgentes requeridas para reducir la generación de gases de efecto invernadero, procurando efectuar cada vez mayores esfuerzos para limitar o restringir el crecimiento de sus emisiones futuras. La motivación nacional para aportar a la reducción mundial de emisiones se fundamenta en el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas de las partes, y busca tanto cooperar con el objetivo de la Convención, como materializar los potenciales co-beneficios ambientales y sociales y las mejorías en la calidad del crecimiento, que se derivan directamente de las acciones de mitigación del cambio climático.

Para atender a este desafío, los primeros esfuerzos se deben focalizar en evaluar los cambios en los patrones de producción y consumo, mediante la valorización del carbono a nivel de proyecto y en ampliar la valoración de externalidades en los proyectos de inversión y operación, en diversos sectores prioritarios. En tal sentido, el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto (MDL) resulta una herramienta de apoyo importante a este esfuerzo requerido. Como una mirada estratégica de más largo plazo para la mitigación, Chile abordará la limitación o restricción del crecimiento de sus emisiones de gases de efecto invernadero en función de la reducción de los costos futuros para la adaptación, lo que implica integrar las acciones de mitigación con las acciones de adaptación a los impactos del cambio climático.

Estimados amigos lectores creo nuestro país debe generar un mercado voluntario interno de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que tenga conexiones con otros mercados vigentes, como un aporte a los requerimientos mundiales de mitigación.

No hay comentarios: